La construcción sostenible ya es una alternativa eficaz y beneficiosa a la construcción clásica española. No es para menos, ya que este modelo de edificación revaloriza los bienes inmuebles hasta un 20 % más.
Este tipo de residencias se localizan, mayormente, en Madrid y Barcelona y permiten una media de ahorro energético del 70 % si hablamos de una inversión inicial de entre 20.000 y 40.000 euros aproximadamente. Es decir, en 10 años, tu vivienda quedaría amortizada al 100 %.
Ranking europeo de ciudades sostenibles
Según Raisa Venermo, presidenta de la Comisión de Legislación y Medio Ambiente de FIABCI Internacional, “la construcción sostenible se ha de basar en una adecuada gestión y reutilización de los recursos que contempla toda la vida de una edificación. El beneficio final no sólo es ambiental sino también económico y social’’.
En relación con FIABCI España, la presidenta afirmó que la institución “es y será uno de los principales defensores de la aplicación de medidas sostenibles dentro del real estate español para cumplir la normativa europea y con el objetivo de establecer un sistema de edificación sostenible cuanto antes”.
Sin embargo, queda mucho trabajo por hacer; ya que las ciudades españolas más sostenibles siguen estando en la parte baja del ranking europeo. Dichas ciudades son –en orden de mayor a menor eficiencia- Vitoria, Madrid, Barcelona, San Sebastián, Bilbao, Zaragoza y Burgos.
Volviendo a Europa -y como refleja el periódico El País en un artículo publicado el 19 de septiembre de este año-. Entre las ciudades más sostenibles de Europa se encuentran Londres, Estocolmo, Edimburgo o Viena. Otras ciudades que llevan ventaja a las españolas son Zúrich, Hamburgo, Frankfurt, Copenhague o Ámsterdam.
El reto que marca el Protocolo de Kioto
Esta diferencia entre las ciudades de España y del resto de Europa se debe sobre todo al clima de la península y a la obsolescencia del parque español. El consumo energético y las emisiones de CO2 son mucho más elevadas de lo que deberían ser. No se nos puede olvidar que para cumplir el Protocolo de Kioto y la Directiva 2012/27/UE es necesario reducir el consumo energético a un estado prácticamente nulo para el 31 de diciembre del año 2020.
En la eficiencia energética de los edificios influyen múltiples factores que van desde el diseño del mismo hasta los materiales empleados para su construcción o la capacidad de aprovechamiento de los recursos naturales como pueden ser la luz natural. ¿Llegaremos a cumplir el objetivo?