Cuando hacemos reformas en casa prestamos mucha atención a aspectos como la calidad de los lavabos, los platos de ducha o la iluminación. Sin embargo, pasan desapercibidos otros elementos como las ventanas, que son la principal fuente de perdida de energía y por tanto la mayor fuente de ahorro.
Las ventanas pueden reducir el consumo energético hasta en un 60%
Hemos de recordar que la tendencia desde hace años es el incremento en el coste de la energía. Unas ventanas adecuadas, son uno de los elementos fundamentales que nos ayudarán a ahorrar en nuestra factura energética, contribuyendo a un ahorro de entre un 50% y 60%. Estás, además, aportarán a que la clasificación energética de nuestro hogar sea la más alta posible, un aspecto que cada vez toma mayor relevancia a la hora de vender o alquilar nuestra vivienda.
¿Cómo han evolucionado las ventanas en los últimos años?
Podríamos agruparlas en dos segmentos:
- Evoluciones Tecnológicas de las ventanas:
- Mayor oferta en materiales, como el PVC o Carpinterías Mixtas (madera-aluminio).
- Cristales más sofisticados, con 2 ó 3 vidrios, diferentes espesores o vidrios que actúan tanto en verano evitando la entrada de calor como en invierno evitando su pérdida.
- Soluciones mejor adaptadas a cada necesidad, como aislamiento acústico, cierre térmico, seguridad o facilidad en la limpieza.
- Mayor abanico de calidades, llegando a niveles impensables hace años.
- Automatización, la domótica empieza a estar presente en las ventanas.
- Nuevos métodos de instalación alineados con la mejora en calidad de las ventanas.
- Evolución en la estética:
- Nuevos y mejores acabados en cuanto a texturas (madera, metal,…) o color.
- Personalización total de la ventana a través del color, lo que permite adaptarla a cualquier ambiente decorativo o las preferencias estéticas de cada cual.
- Diseños actuales, con líneas rectas y minimalistas.
- Nuevos modos de apertura, que facilitan el acceso o la limpieza.
Cuándo tienes que cambiar tus ventanas
Las principales situaciones que nos llevan a pensar en cambiar las ventanas son la obsolescencia de las actuales, una reforma total o parcial (baño, cocina) o problemas de aislamiento térmico o acústico. Si bien la motivación más importante a la hora de tomar la decisión definitiva es el ahorro en la factura energética.
Una inversión a largo plazo
Siempre pensando en que se trata de una inversión a largo plazo, y en tomar la mejor decisión, nos encontramos ante un proceso que se madura mucho, ya que supone un desembolso que por lo general hay que planificar. Sin embargo, no hay dudas sobre “la rentabilidad” del proyecto, con claros beneficios económicos y en bienestar.
Y por cierto, hablando de ahorrar energía y conseguir el mejor confort en el interior de nuestra vivienda, no podemos olvidarnos de un accesorio muy importante como son los toldos. Estos ayudan en temporadas de calor a evitar la incidencia directa del sol sobre el vidrio y por tanto evitan la entrada de calor en la vivienda, ayudando a ahorrar energía por la necesidad de tener que encender nuestro aire acondicionado.