El sector de la construcción ha llegado hasta el Siglo XXI sin haber integrado eficazmente los avances tecnológicos, estando a la cola de la productividad y competitividad que tienen el resto de los sectores industriales.
En este sentido, la metodología de trabajo BIM surge en el marco de la necesidad de modernizar la industria de la construcción. Los tiempos actuales requieren de un salto cualitativo a un entorno digital global, que abarque todo el ciclo de vida de un proyecto y que permita la integración y la colaboración de todos los agentes implicados en el proceso.
Desde este diciembre, en España las administraciones públicas podrán solicitar en las condiciones de licitaciones públicas de edificación la presentación de los proyectos en formato BIM. Esta exigencia se trasladará de igual modo para julio de 2019 para las licitaciones públicas de infraestructura. Pero, ¿en qué consiste este formato?
A lo largo de una serie de publicaciones, en Asoven explicaremos el BIM en 5 puntos, necesarios para entender esta metodología.
1. ¿Que es el BIM?
BIM es una metodología de trabajo colaborativo que documenta todo el ciclo de vida de la edificación y las infraestructuras. Es el acrónimo de “Building Information Modeling”; es decir, “Modelado de Información de la Construcción”.
BIM es la pre-construcción de una infraestructura en un entorno digital, que aporta grandes mejoras de precisión, ahorro de costes y tiempos. Este impulsa la industrialización del sector de la construcción. Además, el BIM es altamente escalable, su grado de implementación puede ajustarse a los requisitos del proyecto y también al grado de preparación de los agentes.
Modelo digital
El Modelo BIM es un prototipo virtual que reproduce digitalmente lo que se pretende construir o explotar en la realidad.
Se trata de una base de datos orientada a objetos que representan tridimensionalmente elementos constructivos. Estos elementos contienen información relativa a la construcción y permite su visualización interactiva.
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Información
Este modelo puede contener toda la información de la construcción, ya sea mediante metadatos o mediante enlaces a documentos externos; esto es, web del fabricante, catálogos digitales, documentos en la nube…
Esta información puede cubrir diferentes aspectos, desde la geometría del objeto hasta sus datos físicos, características de ecoeficiencia, geotecnia, coste, tiempo de ejecución, procedimientos de mantenimiento, factura de compra, resumen de los trabajos de mantenimiento o reparación, entre otros.
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Colaboración
BIM es una metodología de trabajo colaborativa. Se deben definir los flujos de información y coordinación que hacen posible la colaboración dentro del proyecto. Hay definir y designar las responsabilidades y los responsables de gestión de la información. Asimismo, también deben establecerse la nomenclatura y la estructura del contenido.
En el siguiente punto de esta serie de artículos, desde Asoven explicaremos las ventajas de este modelo.